Salmo 95
Cantad al Señor un
cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su
nombre.
Proclamad día tras día
su victoria, contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las
naciones.
Familias de los
pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor, aclamad la
gloria del nombre del Señor.
Postraos ante el Señor
en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. Decid a los
pueblos: «El Señor es rey, él gobierna a los pueblos rectamente.»
Cantad al Señor… bendecid, proclamad, aclamad… No basta
decir, no bastan las palabras, no basta una mera comunicación. Para hablar de
Dios se necesita elevar la voz, porque el corazón se ensancha y desborda en los
labios. Hablar de Dios pide más que un discurso: pide un canto, un grito
entusiasta, una alabanza gozosa.
En medio de un mundo en crisis, quizás nos cueste descubrir
esas maravillas del Señor. La guerra, las catástrofes naturales, las hambrunas
y la muerte oscurecen nuestra visión del universo y a veces incluso parece que
eclipsan la presencia de Dios. Pero... ¿No es Dios mayor que el mundo? No sólo
podemos encontrarlo en la belleza de lo creado, que es mucha. Incluso allá donde
las desgracias se ceban en la humanidad, es posible descubrir el resplandor de
su mirada en la bondad, en la ayuda, en el desprendimiento generoso de quienes
viven para servir y entregan su vida a los demás. Es quizás en los momentos más
difíciles cuando mejor se manifiesta la inmensidad del amor.
Y esta es la ley de Dios. San Pablo nos recuerda las
palabras de Cristo: «mi ley es el amor».
Todo está en sus manos, y él recoge hasta la última súplica, el último lamento,
la última lágrima. Su ley es la compasión, la generosidad, la esperanza, el
amor sin límites. Allí donde dejamos que Él impere, hay justicia, hay paz, hay
honradez. Por eso el salmo habla del Señor que gobierna rectamente. Ojalá
nuestros dirigentes y mandatarios lo tuvieran más presente y no olvidaran esta
ley universal y eterna que nos habla de vida, de dignidad y de profundo respeto
hacia la humanidad.
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